viernes, 25 de mayo de 2018

FIESTA PATRIA

Soldado Oscar Poltronieri, Cruz al Heroico Valor en Combate
Por Hyspasia

El troskokirchnerismo va a hacer un acto del 25 de mayo propio. Suena raro, gente que dice que no canta el Himno sino La Internacional, pero, en fin, toda excusa es buena para obtener un minuto de publicidad.



Y los medios de comunicación los cubren porque como acaba de decir Steve Bannon “The mainstream media is basically a communications department for the global elite”, “Los medios de comunicación masivos, básicamente, constituyen el departamento de comunicación de la élite global”. Acá, el kirchnerismo/progresismo/socialdemocracia.


* * *

Pero, básicamente, el kirchnerismo asoma la nariz, porque puede. Porque no están todos presos, como deberían. Porque el oficialismo hace que se pelea, pour le gallerie, pero no tiene ningún interés en darles una cuchillada mortal.




¿Qué tendría que hacer cualquier gobierno que realmente quiera dar vuelta la hoja?
Volver a hacer Fiestas Patrias de puta madre. Avenida de las Camelias, la Marcha de San Lorenzo, nuestra ruta.

Los niños aman los desfiles (los adultos, algunos, también).
Y, seamos serios, ¿Qué hay más lindo que festejar? ¿Qué hay más alegre que un cumpleaños? Después de todo el 25 de Mayo y el 9 de Julio son nuestros cumpleaños. Somos afortunados, cumplimos años dos veces cada año.

Y estamos vivos. Y llegamos hasta acá, hemos durado más de 200 años en esta aventura donde nadie daba un mango por nosotros, solos, contra todas las potencias mundiales.
Y sobrevivimos a los pingüinos.

¡Vaya que hay para festejar!

Como estamos vivos, tenemos chances: tenemos en la mano un boleto para lograr un futuro mejor.
Así que sí. Cuando elijamos el próximo gobierno, que sea uno que sepa festejar los cumpleaños como corresponde.


* * *


Fiestas Soñadas













Las Fiestas Mayas no son el 25 de Mayo, sino toda la Semana Maya. Lo que propongo es arrancar el fin de semana anterior y terminar con una Función de Gala en el Teatro Colón.

Imaginemos.

El 25 de Mayo empieza con el Te Deum. El presidente y sus ministros, con sus señoras, van a darle gracias a Dios por acompañarnos en nuestra aventura de ser un Pueblo Libre. Hay que decirle con antelación al Cardenal u Obispo de turno que se deje de dar sermones y reproches porque A o B no está como a él le gusta y que se dedique a lo que tiene que hacer y por lo que se le paga el sueldo en su única obligación anual para con el Pueblo Argentino: darle gracias a Dios el 25 de Mayo. Su única obligación en su contrato laboral.

Luego que el presidente salude a los que se acercaron a la Plaza. Chocolate con churros para la concurrencia. Soy de las que piensa que panza llena corazón contento.
Desfile militar a todo trapo.
Desfile militar en todas las provincias.



En la Capital armar un desfile desde la Casa Rosada hasta el Campo Argentino de Polo. Desfile de Centros Tradicionalistas a caballo. Desfile de carruajes.



Desfile militar. Cierre con Veteranos de Guerra. El público se vuelve loco y los aplaude.

Para no olvidar el estómago, se reparte chocolate con churros a todo lo largo del desfile. Se habilitan puestos de venta de pastelitos y empanadas. Nade de panchos o tacos, como hacen los imbéciles alcahuetes de Larreta.

Algunos de nosotros amamos los desfiles militares. Porque es una expresión vital. Es una forma de mostrar a terceros, pero básicamente a nosotros mismos, que estamos de pie y estamos vivos.



Esta falta de ganas de festejar que acaba de mostrar el gobierno significa justamente esto: que no hay energía vital detrás. Que esto es sólo un trabajo o un negocio. Que el ceremonial es una obligación cumplida a disgusto. Que no existe un vínculo emocional.

En la fiesta que imagino, se llena de gente por todos lados porque se hizo propaganda desde dos semanas antes. Los niños con banderitas. Felicidad de los padres que saben que llegarán cansadísimos a la casa y dormirán un rato. ¿Qué más puede pedir un padre?

Los desfiles de las Fiestas Patrias un niño jamás los olvida.


Fiesta Patria en Río Cuarto, Córdoba

Y el gobierno comprobó en el año 2016 que (al menos parte de la población) estaba muy feliz con volver a las tradiciones.

El desfile se debe dar luego de una semana movida. Desde abril en todas las escuelas, centros culturales y plazas públicas se enseña a bailar el pericón.
El sábado 19 de mayo, maratón por toda la Avenida Rivadavia, para diversión de los runners y odio del resto de la población, desde Caballito hasta la Plaza de Mayo y de ahí hasta Parque Lezama.
A la tarde del sábado, recital folklórico en todas las capitales de provincia y en la capital federal. Lo haría en la Plaza del Congreso. El lugar natural es la 9 de Julio, pero el Metrobús lo hace imposible.
Todo esto con gran difusión en los medios de comunicación que ya la semana anterior van armando expectativa y publicidad de todas las actividades públicas. Eso cualquier gobierno lo sabe hacer. Total, saltan por la pauta.

El domingo previo al 25 de mayo, el 20 de mayo, se representa “La Revolución de Mayo” de Juan Bautista Alberdi, una obra monumental, llena de figurantes, con elencos masivos. Es una especie de réplica de lo sucedido en tamaño real. Gran cobertura televisiva. Se contrata a los galancetes de moda para que las chichis los vayan a ver.

Tenemos experiencia ya que todos los años se celebra la rendición de Beresford durante las Invasiones Inglesas. El pobre Beresford condenado a rendirse en loop año tras año por toda la eternidad.




Luego de la obra de teatro monumental, chocolate con churros o pastelitos para todo el mundo. Y luego, a bailar el pericón en Avenida de Mayo.
Con los niños agotados, a volver a casa y cambiar de público. Se representa el Aleluya de Haendel con el Coro Polifónico Nacional en la Catedral. Transmitido por la Televisión Pública y Radio Nacional.
El Aleluya es la celebración de estar vivo. Es la expresión máxima de Occidente y de la felicidad por la vida.
Es las ganas de vivir y de ganar.




* * *

Toda la semana actos, charlas, debates, programas alusivos en la tele. Actividades escolares. Visitas a museos históricos o a regimientos. Obras de teatro alusivas en los teatros públicos. Conciertos.

Esta semana del año 2018 no pasó nada. El año pasado todos los programas contrataron a un historiador para que vaya y hable. Este año, no. Queda claro que la idea es el silencio. De lo único que hablaron los medios esta semana es del acto que organizarán los K. Porque la realidad aborrece el vacío y lo cubre. El gobierno eligió una estrategia que sólo favoreció a los K.



Y el gran final. La Gran Función de Gala en el Teatro Colón.

Toda la semana se tiene que hablar en la tele. Quién está invitado, quién no. Como si fuera el casamiento de la hija de Maradona.

Los invitados son todos los senadores y sus esposas, la vieja o la nueva, 20 años más joven, todos los diputados con sus señoras. Los K no van en señal de repudio. Los jueces de la Corte Suprema y los Camaristas de todos los fueros nacionales, las autoridades judiciales de la Ciudad. Los altos mandos militares en sus uniformes de gala. Lo mismo con las autoridades policiales. Todos paseando por la alfombra roja y siendo entrevistados por los periodistas.

Por el gobierno, los ministros, secretarios y subsecretarios. Embajadores. Todos con las mejores pilchas.
Todos los canales de televisión haciendo como si esta mélange de cabotaje fuera la corte de Inglaterra.

Y el plato fuerte: ¡las actrices! Quién fue. Quién no. ¿Irá Susana Giménez? ¿Qué modisto la vestirá? Todas las celebrities de esta pobre república.
Robertito en la vereda del Teatro Colón, junto a la alfombra roja, entrevistando putones vestidos de seda, quienes, temerariamente, a pesar del frío, están con la mitad de las tetas al aire.



Mucha seda, mucha tafeta, mucho strass, mucha rubia teñida. Como corresponde.
Todos los medios invitados.
Y adentro, champagne para todo el mundo.
Y llega el presidente, con su bellísima esposa despampanante.
Se canta el himno.
Eso es lo que hacen los ganadores. Festejan.


* * *

¿Y saben qué?, nadie se ocupa del acto político de aquellos a los que el pueblo les dio la espalda.

Pero, para eso, hay que tener imaginación y amor a la Patria.

En política los lugares se ocupan.
Si no lo ocupa uno, lo ocupa otro. Y si bien hay un sector de la población, en particular en las áreas urbanas, que la Patria o la Nación no tienen significado alguno. hay una gran parte que se emociona y ama esas demostraciones de afecto colectivo.
Basta ver el desfile del Mirage previo a la carrera de Turismo Carretera. O los últimos desfiles militares que disfrutamos. Tuvieron enorme rating y concurrencia.
¿Por qué?
Porque festejamos el cumpleaños todos juntos. Y eso siempre es motivo de celebración.
Así que, mientras esperamos que haya un gobierno que quiera a la Nación, festejemos el cumpleaños de todos nosotros con amigos y familiares, locro o empanadas y algún tintillo.

¡Feliz Cumpleaños!



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