domingo, 3 de septiembre de 2017

UNA NUEVA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA ARGENTINA ¿O UNA SUERTE DE GUERRA DE MALVINAS RESIDUAL?

Estos son algunos de los principales funcionarios de la organización Mapuche Nation (con sede social en Bristol, Gran Bretaña), es más que sugestivo leer a los miembros de su comisión directiva anglosajona:

Reynaldo Mariqueo (chileno y Secretario General)

Nina Dean (Asistente Secretario General)

Gemma Swistak (Tesorero)

Collete Linehan (Administradora)

Madelaine Stanley (Coordinadora de Voluntarios)


Equipo legal:

Andrea Rubio (Licenciada en Derecho)

James Watson (LLM)

Gillian Melville
(LLM)

Tanya Roberts-Davis


Equipo derechos humanos:

Rachel Dixon-Warren (Coordinadora)

Cécil Jagoo

Barbara Chambers



Traductores:

Madeline Stanley

Kate Brickley

Kitty McCarthy

Heidi Walter

Sabine Patrolin

Barbara Chambers


Laetitia Le Cordier

Anna Harvey



SEDE DE ENLACE MAPUCHE INTERNACIONAL

Dirección: 6 LODGE STREET

BRISTOL, INGLATERRA



La palabra "mapuche", como bien advierte Jorge Mones Ruiz, fue creada para un fin específico: "Esta voz del antiguo arauco no corresponde a ningún tipo étnico ni parcialidad, ni familia o cultural, sean estas designaciones empleadas tanto en especial como en general". No encontramos registros de esta denominación hasta comenzado el siglo XX.

Prosigue diciendo el licenciado en Estrategia y Organización:

"Este término fue creado por estudiosos chilenos y agentes ingleses interesados, quienes propiciando la palabra mapuche para aplicarla a los indígenas, tanto de Chile como de Argentina, hacían desaparecer viejas etnias como los araucanos, pampas, huiliches, pehuenches o tehuelches, aglutinando bajo el nombre de "mapuches" a todas las parcialidades que eran argentinas, borrándolas de los valles cordilleranos y de la Patagonia, para lograr la posesión de un vasto y fecundo territorio argentino, que siglos antes había sido invadido por araucanos chilenos".

La "creación mapuche" igualaba a todos y era, y es, una expresión que muchos desprevenidos no llegan a entenderla. Fue un "invento geoestratégico" y hoy es un problema potenciado por intereses foráneos. 

El almirante Fraga refiere a la "cuestión mapuche" como una circunstancia de particular relieve en el planteo geoestratégico y geopolítico de la Patagonia. Es dable destacar que la supuesta "nación mapuche" abarca una zona que incluye bajo una misma región una porción del territorio chileno y argentino (en este último caso quieren apoderarse de toda la Patagonia argentina).



¿Y qué pretenden acaso los mapuches? Como ellos mismos se han encargado de afirmar en sucesivas oportunidades, pretenden la creación de un Estado Mapuche -autónomo completamente- dentro de nuestro país. O sea, aspiran expropiarle a la Argentina un cuarto de su actual extensión territorial. Varias organizaciones mapuches están reclamando el reconocimiento del derecho de autodeterminación, argumentando que les corresponde en tanto que son "pueblos originarios (pero no de la Argentina sino de Arauco, en Chile)".

Según los últimos informes al respecto, los mapuches han expropiado a la fecha centenares de campos argentinos, instalaciones y miles de hectáreas, reclamando nada menos que ¡cientos de miles más! (nada menos que un cuarto de la actual extensión territorial de la República Argentina).

Los "mapuches" rechazan todo lo argentino: símbolos nacionales, escuelas, tradiciones, etc.) pero quieren el suelo argentino. Hace bastante tiempo que corre el rumor del ingreso de activistas mapuches chilenos para participar en los conflictos en campos argentinos, incendios, atentados, robos, y toda clase de ataques a lo argentino ya son comunes en la Patagonia Argentina.

Por cierto, no tratamos aquí con reclamos pacíficos ni militantes inofensivos. Su metodología terrorista viene causando terror en la sociedad argentina, y en la chilena. Chile no escapa a las ambiciones territoriales de los mapuches. Las prebendas de las que gozan estas hordas criminales son ilimitadas. 


Un caso reciente sacudió a la ciudadanía chilena, cuando el Estado de aquel país autorizó al presidiario y asesino mapuche Celestino Córdova, festejar el año nuevo 
mapuche en el interior de la cárcel, invitando a tal propósito a más de 100 comensales. Recordemos que Celestino Córdova está en prisión por haber asesinado, junto a otros indígenas, a un matrimonio (Luchsinger-Mackay), el 4 de Enero del 2013.


Como informa un diario de aquel país (El Mercurio), también se le imputa participación en otro ataque armado en esa misma comuna, el 22 de Diciembre del 2012. Según estadísticas oficiales, sólo en 2012 se contabilizaron 287 denuncias por amenazas, incendios, tomas y atentados explosivos en zonas de Chile pretendidas por los mapuches, incluyendo dos muertes: la del sargento de carabineros Hugo Albornoz y la del parcelero Héctor Gallardo.

Los nexos y vinculaciones directas existentes entre los mapuches y organizaciones, manifiestas y ostensiblemente terroristas, como FARC y ETA son claras; quienes, entre otras cosas, imparten a los primeros entrenamiento militar, armamento y financiación económica.

Uno de los principales mecenas de la Mapuche Organization es la Fundación Rockefeller, como puede verificarse en su mismo sitio. Reynaldo Mariqueo (que se autodenomina conde) y Rafael Railaf son los "embajadores" de los grupos mapuches en Europa. Mariqueo está al frente de la Mapuche International Link, con sede en Inglaterra, y Railaf dirige la Fundación Folil, en Holanda.

Grave error constituiría subestimar a este falso pueblo originario, sus intenciones y el oficio y determinación de sus militantes: no tratamos pues con grupos dispersos y desorganizados, sino, propiamente, con un ejército autosuficiente, extranjero y enemigo asentado en el corazón mismo de nuestra querida, pretendida y envidiada Patagonia.

De no zanjar el asunto prontamente y con determinación, la Argentina -y en alguna medida Chile- se verá sumida en un escenario similar al español, donde el terrorismo, la sangre y los movimientos destructores de la unidad nacional son moneda corriente.

Todo ser humano tiene derecho a ser respetado y a tener las mismas oportunidades que el resto. Por tanto, los indígenas y sus pueblos deben ser respetados y protegidos por la Nación, en tanto y en cuanto, lógicamente, no conspiren contra la soberanía de ésta ni atenten contra sus tradiciones y cultura. Es por esto que el separatismo indígena, como cualquier otro intento de separatismo, debe ser rechazado y combatido sin cuartel. Máxime cuando gran cantidad de estos grupos son financiados por potencias extranjeras; principalmente por Inglaterra.

Recordemos que en 2012 la organización mapuche RAM fundada por el mapuche Facundo Jones (hijo de inglés y de una ciudadana chilena), le declaró la guerra a la Argentina emitiendo un documento que fue minimizado por el kirchnerismo.



Ahora, los mapuches vandalizaron con pintura roja el monumento a 6 héroes de Gendarmería nacional caídos en la Guerra de Malvinas y quemaron una bandera argentina.

En un hecho sin antecedentes para el país, y amenazan con provocar una violencia mayor si es extraditado a Chile su líder, el psicópata fundador de RAM, Facundo Jones, que tiene varios delitos cometidos en Chile y se encuentra en Esquel para ser extraditado y juzgado por la justicia chilena.

Recordemos que de todos los pueblos originarios que habitan el territorio argentino, los araucanos, hoy reciclados como "mapuches", son el los únicos aborígenes que no son originarios de este país, sino que son autóctonos de Arauco, Chile. Ingresaron al país poco a poco después de 1818, cuando ya estaban constituidas las Provincias Unidas del Río de la Plata, en pocas palabras, son inmigrantes, no originarios de esta nación.

El fallecido etnólogo Rodolfo Casamiquela decía que muchos presuntos mapuches tienen apellidos vascos, italianos, eslavos, ingleses, hebreos y se ponen un "nombre mapuche", pasando a poseer gratuitamente tierras fiscales o privadas alegando que son de "sus ancestros".


No hay comentarios: