viernes, 18 de agosto de 2017

SEGUNDA CARTA DE EMILIO NANI AL NUNCIO APOSTÓLICO


En el día de la fecha, se entregó una 2º carta al SER Monseñor Emil Paul Tscherring (Nuncio Apostólico), de parte del Tte Cnel Emilio Nani, la cual se da a conocer a continuación.


BUENOS AIRES, 14 de Agosto de 2017

SER

Monseñor Emil Paul Tscherring

Nuncio Apostólico

PRESENTE

De mi mayor consideración:

Habiendo transcurrido más de tres meses desde que le solicitara mi pedido de asilo diplomático, sin que Ud. tuviera la mínima deferencia de esbozar una escueta respuesta a los aspectos considerados en la nota presentada ante la Nunciatura, sin albergar demasiadas esperanzas, vuelvo a escribirle, para ver, si en algo, logro conmoverlo.

El 95 % de los presos políticos somos católicos y, por lo tanto, merecedores de algo más que la indiferencia.- En reiteradas y estériles oportunidades hemos recurrido a nuestros pastores en búsqueda de cristiana protección, ante la cada vez más evidente ausencia de garantías constitucionales y jurídicas para quienes tuvimos la responsabilidad de participar en la guerra contraterrorista que le evitó a nuestro país las consecuencias de todos aquellos que tuvieron la desgracia de caer bajo las garras de regímenes totalitarios comunistas, en todas sus variantes, o como mínimo padecer lo que hoy sufre nuestro hermano pueblo venezolano, ante el silencio hipócrita de izquierdas y derechas.

Hoy recibimos las visitas de jefes de Estado (como Obama, Hollande o Merkel) quienes, como una cruel ironía hipócrita, se acercan al mal llamado “monumento de la memoria” para arrojar flores al Río de la Plata para rendir homenaje a los terroristas que ensangrentaron nuestra Patria, para luego reunirse con el presidente argentino con la finalidad de abogar por una lucha conjunta contra el terrorismo.

¿Acaso existen dos tipos diferentes de terrorismo, uno muy malo que es el que padecen los países del llamado Primer Mundo, al que hay que destruir utilizando los métodos más crueles posibles, como vemos a diario por los medios de comunicación, y otro muy bueno, que es el que padecimos y padecemos, los países de segunda categoría, que merece todo tipo de reconocimiento, reparación y recompensas?.

El doble estándar con que se miden estas cosas, asquea por su cinismo y por su hipocresía.

¿Cuántos muertos le ha costado al pueblo venezolano el silencio cómplice del “mundo desarrollado”, la Hispanoamérica impúdica y falsaria y la “progresía” sinvergüenza, para que, ante la tragedia que vemos por los medios de comunicación, haya provocado que, tibiamente, comiencen a escucharse algunas voces de conocidos militantes de las izquierdas nacional e internacional?.

¿Por qué los cínicos e hipócritas periodistas e intelectuales de izquierda, recién ahora alzan sus voces contra Maduro y su criminal régimen, cuando guardaron ominoso silencio durante el gobierno de Hugo Chávez, que en poco o nada se diferenciaba del actual y lo continúan haciendo con los padecimientos del pueblo cubano, que en nada se hubieran diferenciado por los sufridos por el pueblo argentino, de no haber sido por la acción de quienes hoy nos vemos despreciados, calificados como genocidas, represores, violadores de los derechos humanos o perpetradores de delitos de lesa humanidad?

En mi nota de solicitud de asilo diplomático (que le adjunto como Anexo 1 a la presente, para el caso que no recuerde su contenido, la haya perdido o, simplemente, la haya destruido), desarrollé unos pocos fundamentos para explicarle por qué considero que nuestro país es una Venezuela light, en el que no existen las menores garantías constitucionales y jurídicas, tales como que el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, además de estar sospechado de graves hechos de corrupción, como lo vienen denunciando la diputada nacional Elisa Carrió y la periodista Natalia Aguiar, en su libro “El señor de la Corte”, en cuyos capítulos 2 y último, además lo acusa de haber pertenecido a la organización terrorista Montoneros, como también numerosos políticos, jueces, periodistas, intelectuales, empresarios, religiosos, que utilizan sus encumbrados cargos para continuar sembrando odios y discordias entre los argentinos, para mantener abiertas las heridas del pasado, lo que pone en evidencia la existencia de una guerra inconclusa, a la que estos gerontes canallas, pretenden impulsar a las nuevas generaciones, tal como lo hicieron con ellos en el pasado (Ver el Anexo 2).

Cuando se escucha a los políticos y comunicadores sociales hablar de “juicios justos” o de dejar todo en manos de la justicia, cuando se sabe que los juicios se caracterizan por violaciones a cuanta norma jurídica existe, en manos de jueces que han hecho del prevaricato su metodología para negar Justicia, convirtiéndola en espectáculos circenses de ajusticiamiento, uno no puede sentir menos que una dolorosa falta de respeto hacia el Estado de Derecho que tanto reclaman, no sólo el pueblo argentino, sino todos aquéllos que todavía ven a la Argentina como tierra promisoria en la cual invertir, creando las fuentes de trabajo que tanto está necesitando nuestro hambreado pueblo (ver Anexos 3 y 4).

En los denominados “juicios de lesa humanidad”, son querellantes los estados nacional y provinciales, querellas que, con total cinismo, ignoran sistemáticamente las violaciones constitucionales y jurídicas que aquí cito, mientras que –en representación de sus mandantes- apoyan el avasallamiento de los derechos humanos de ancianos septua, octo y hasta nonagenarios detenidos, a los que, sin ningún pudor, llevan a la muerte como ha sucedido con la mayoría de los más de 400 presos políticos ya fallecidos

Como le expliqué en la nota que Ud. tan groseramente ignoró, países como España, Italia y Estados Unidos, nos han dado lecciones de lo que es el apego al derecho, negando extradiciones a tres militares requeridos por la “injusticia ilegítima argentina”, alegando que los delitos invocados para el logro de sus rastreros propósitos, eran inexistentes, debido a que el invocado Estatuto de Roma, no se encontraba vigente en el momento de la supuesta comisión de los hechos que se les pretendían imputar, por lo que se constituían en figuras inexistentes, debido a que se les estaría aplicando la norma en forma retroactiva. Lo curioso de todo esto es que los que estarían incursos en la comisión de delitos de lesa humanidad, son los propios jueces que los invocan, tal como queda desarrollado en los Anexos 6, 7 y 8 adjuntos a la presente nota.

Clara diferencia entre los Jueces que son fieles a su respeto por el Derecho y otros que se encuentran muy lejanos de hacerlo.

También, como le expliqué en la nota que Ud. no tuvo intención de tener en cuenta, ni en el seno de la Santa Iglesia Católica hemos encontrado el cobijo, la contención y la piedad que reclamamos, hasta el punto que, la inmensa mayoría de los presos políticos asesinados en el marco del Plan Sistemático de Exterminio de un sector de la población instrumentado por la corrupta corporación político judicial, ni siquiera tuvieron acceso a recibir los Santos Óleos.

Otra gran duda que tengo, es cómo logra, la jerarquía eclesiástica, convivir con el pasado tenebroso del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo que tantos niños y adolescentes enviara a matar y morir y el presente igualmente tenebroso del Grupo de Curas en Opción por los Pobres, que lejos de buscar la reconciliación y la concordia que tanto estamos necesitando, cumpliendo con el mensaje de amor y paz de Nuestro Señor Jesucristo, se constituyen verdaderos difusores de proclamas cargadas de odio y violencia, llegándose al extremo que en el Año de la Misericordia, la única ausente para nosotros fue, precisamente, la misericordia.

Debido a su inaceptable e inexplicable silencio ante la nota que le enviara solicitándole asilo diplomático, necesito insistir en una de las preguntas que le hiciera: ¿qué piensan los obispos que hubiera sucedido con los religiosos y religiosas, si el proyecto socialista de los Montoneros (con su anunciada masacre de 300.000 argentinos) o del Ejército Revolucionario del Pueblo (con su millón de muertos, según lo previsto por Mario Santucho), hubiera tenido éxito?

¿Qué hubiera sido de los millones de argentinos que hoy caminan libremente por la calle?. ¿Qué creen, los políticos, jueces, sindicalistas, docentes, periodistas, intelectuales, empresarios, religiosos de todos los credos y el resto de la sociedad, que hubiera sucedido con ellos, si el proyecto socialista del ERP/MTP o Montoneros hubieran tenido éxito?

Le reitero lo expresado en el artículo que le adjunto como Anexo 2, a la presente nota:

• Algunos (muy pocos) habrían sido miembros de Comité Central del régimen totalitario instalado;

• Muchos otros hubiéramos sido fusilados;

• Otros hubieran sufrido eternas privaciones de su libertad en cárceles horrorosas (de los cuales, con el correr de los días, mucho también hubiesen sido asesinados);

• Otros habrían terminado en granjas colectivas (¡¡¡qué colegio Newman, ni diarios La Nación, Perfil o Clarín; ni Bridas, ni Arcor, ni SOCMA; ni PRO, ni PJ, ni UCR, ni Coalición Cívica; qué Comisión Episcopal, ni obispados, ni arzobispados, ni sinagogas o mezquitas, ni ocho cuartos!!!);

TODOS estarían haciendo largas colas en los depósitos para recibir las migajas del régimen, para poder alimentarse y sus hijas prostituidas para poder sobrevivir;

Y ABSOLUTAMENTE TODOS, HABRÍAN PERDIDO SU LIBERTAD, la libertad que quienes están presos, les aseguraron hasta estos días, libertad que se les ha conculcado a los libertadores.

¡Qué triste que es ver en mi país que se repudie a quiénes les evitamos tales padecimientos y se arrastren ante aquéllos que intentaron llevarlos a tales oprobios!.

¡Qué triste que es ver a una jerarquía eclesiástica que adula a los Maduro, los Chávez, los Castro, los Ortega, los Morales, los Timochenko, los Kirchner y tantos otros tiranos, corruptos y terroristas que han sometido a sus pueblos en las peores felonías!

Creo que ha llegado el momento de decir la Verdad y dejar de ser hipócritas, para que los argentinos, de una buena vez por todas podamos construir un país en el que la PAZ sea una realidad.- Si Uds. no están dispuestos a ello, que Dios se apiade de sus almas.

Sin otro particular, lo saludo reiterándole mis expresiones de respeto y consideración,

Emilio Guillermo Nani

Teniente Coronel (R)

Veterano de Guerra

PRESO POLÍTICO

PD.: Todo ésto hubiera preferido decírselo personalmente, pero Ud. eligió el camino de la indiferencia, que es el peor camino. Para el caso que decida actuar correctamente, le comunico que me encuentro encarcelado en la Unidad Penitenciaria 34 de Campo de Mayo, donde con mucho placer me gustaría recibirlo.


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