martes, 15 de agosto de 2017

PRIMER FALLO A FAVOR DE UN NIETO RECUPERADO QUE SOLICITÓ MANTENER EL APELLIDO DE LA FAMILIA QUE LO ADOPTÓ


Hilario Bacca tiene 39 años y quiere conservar el nombre que lo identifica y con el que lo bautizaron sus padres adoptivos. Denunció presiones de "organizaciones de derechos humanos".


Hilario tiene 39 años. A los cuatro sus padres le contaron que era adoptado. Cuando estaba llegando a la adolescencia le insistieron para que comience la búsqueda de la verdad sobre sus padres biológicos.



Eduardo Cagnola y Liliana Pereyra

En octubre de 1977, la pareja de MONTONEROS Eduardo Cagnola y Liliana Pereyra fueron detenidos en una pensión de la ciudad de Mar del Plata. Estuvieron presos en la base de buzos tácticos de la ciudad balnearia hasta que Liliana fue trasladada a la ESMA y en febrero de 1978 dio a luz un niño.

El matrimonio que adoptó al niño -José Bacca y Cristina Mariñelarena- no tenía vínculos con el gobierno cívico-militar. Según declaró el propio Hilario, en el juicio al que injustamente fueron sometidos sus padres, ellos no estaban al tanto de la situación que vivía la Argentina por aquellos días. 

Hilario además, denunció que la agrupación H.I.J.O.S. lo "persiguió varios años". "Me aprietan, me aprietan hasta que un día les digo: hagan lo que tengan que hacer pero yo voluntariamente no tengo interés de ir a buscar nada de esto".

Pese a que se entrevistó con el juez federal Jorge Ballesteros para manifestarle su decisión de no averiguar quiénes eran sus padres biológicos, el magistrado ordenó que le allanaran la casa para tomar en forma compulsiva una muestra de material biológico, a fin de realizarle un examen de ADN

"A las 5 de la mañana me golpearon la puerta, me dijeron que si no les abría, la tiraban. Era personal del Ejército armado, la jefa del Hospital Durán y dos testigos. Fue terrible. Se llevaron un par de medias, un cepillo de dientes y el resultado lo sacaron de una maquinita de afeitar".

Después de un largo proceso, la justicia se dignó a dar a Hilario Bacca lo que él deseaba: conservar el nombre que lo identifica y con el que lo bautizaron sus padres adoptivos.

"Esto no significa desconocer la realidad de mi historia pero a esta altura de la vida –con casi 39 años– era un delirio que por un fallo judicial me desaparezcan nuevamente en democracia y se apriete un botón y aparezca alguien que para mí no existe, con un nombre y un apellido que no me identifica", dijo Hilario en diálogo con Infobae.

Todo comenzó en el año 2008 cuando los padres adoptivos de Hilario fueron sometidos a un ilegal juicio y condenados a pesar de ser inocentes


Recién el año pasado, la Cámara confirmó la sentencia y ordenó que se inscriba con el nombre que le había puesto su madre biológica

Llegado a ese punto, Hilario acudió a la justicia y explicó que no tenía intenciones de cambiar su nombre. Además, solicitó que el Estado le designe un abogado para que lo represente teniendo en cuenta que era el propio Estado el que lo había metido en la situación en la que se encontraba

En un primer momento se lo negaron pero luego la defensoría aceptó que uno de sus letrados defendiera los intereses de Hilario. 
  
Durante el trámite judicial -según le contó a Infobae- Hilario recibió muchas presiones para que desistiera de su solicitud, fundamentalmente de la asociación de abuelas de Plaza de Mayo.

Finalmente, el tribunal oral federal Nro. 4 aceptó los argumentos de Hilario y le permitió seguir usando el nombre que le pusieron sus padres adoptivos. 


La sentencia no está firme y, en caso de ser apelada, será la Cámara Federal la que deberá decidir si tiene que cambiar su nombre o si sigue siendo quien es desde hace 39 años: Hilario Bacca.
 

Leer el fallo contra los padres adoptivos de Hilario:
https://drive.google.com/file/d/0B7Ywu09Mm3ZqNnpGNmhPbnRpZzA/view?usp=sharing


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