lunes, 5 de septiembre de 2016

BUENOS MODALES


Lejos han quedado los "buenos días", "gracias", "de nada", "por favor", "señora", "señor", que fueron reemplazados por "¿Qué onda el chabón/la mina/ la vieja/ el jovato?", y tantos otros adjetivos que más vale no traer a esta reflexión.

Por Ricardo Bustos

Muchas veces uno desea que el tiempo se detenga para seguir disfrutando de aquello que le llena el alma de satisfacción, pero la realidad es otra. He aceptado que al ser mayores algunos pertenecemos a la categoría de "descartables" y obviamente estamos impedidos de pretender explicar a nuestros vecinos pasajeros de este tiempo que hay otra vida, con matices diferentes, sin distorsionar el comportamiento humano.

Lejos han quedado los "buenos días", "gracias", "de nada", "por favor", "señora", "señor", que fueron reemplazados por "¿Qué onda el chabón/la mina/ la vieja/ el jovato?", y tantos otros adjetivos que más vale no traer a esta reflexión.

Parece que fue ayer cuando estudiamos gramática, caligrafía, ortografía, lectura, pronunciación, interpretación del texto que estábamos leyendo, dictado, todos elementos que nos permitían leer con facilidad a la hora de incorporar sabiduría con las materias de la currícula, por cierto, con una continuidad en el tiempo que ayudaba a las familias a utilizar los mismos libros de texto a los hermanos que iban creciendo y continuaban nuestros pasos porque todos sabíamos que San Martín, Belgrano, Moreno y los próceres que dieron vida a nuestra nación, no eran objeto de agravios por ningún docente que intentara ideologizar una clase.

Hoy, sin embargo, al escuchar los discursos de quienes ocupan el lugar que les prestamos para que administren lo nuestro (léase políticos y/o gobernantes) nos cuesta creer lo difícil que les resulta hilvanar palabras para cerrar una frase sencilla. Tienen el estómago inflado de tantas s que se comen, y ni hablar de los géneros con los artículos, algo que no es solamente propiedad de la dirigencia política porque hay muchos famosos conductores de programas de televisión que también dan lástima.

Muchos años he tenido la suerte de vivir en una de las ciudades más bonitas de Argentina como lo es Mar del Plata.

Allí trabajé por mi profesión como locutor y conductor de varios programas en radio y televisión.

Recuerdo que cierto día llegó a la ciudad invitado para dar una conferencia el académico profesor Federico Peltzer, a quien tuve el honor de entrevistar por los micrófonos de LU6 Emisora Atlántica. Lamentablemente nos dejó en el 2009. Había nacido un 13 de abril de 1924 en Buenos Aires. Fue abogado, ensayista, poeta, novelista, juez, camarista civil, miembro de las academias nacionales de Letras argentina y paraguaya, así como también miembro correspondiente de la Real Academia Española, catedrático universitario de la Universidad del Salvador y de la Universidad Nacional de La Plata en literatura española.

De todo lo conversado durante su visita a los estudios he dejado una frase que me respondió cuando pregunté qué leía la gente: "Poco y nada, y lo peor es que lee basura" fue su lacónica respuesta. El resto no vale la pena mencionar porque seguramente causaría heridas profundas en la literatura progre que pudimos cosechar.

Ha pasado el tiempo y la mentira no ha renunciado a su cargo, ya que desde los estamentos gubernamentales nos bombardean con propagandas cada vez que se realiza la Feria del Libro al mostrar cifras sobre la cantidad de público que asiste al evento.

Somos 40 millones y recorren la exposición 500.000 ¿lectores? Y, claro, para los responsables de la cultura en el país esa cifra es importante, pero se olvidan de los millones que no asisten porque simplemente su cabeza está en otras latitudes culturales.

Y lo propio sucede con quienes salen de vacaciones, ya que el porcentaje en bruto no supera el 20% de la población por razones obvias. Vemos por las rutas los vehículos y nos damos cuenta que son los mismos de siempre, aquellos que gozan de un muy buen pasar y ya tienen agendado en su almanaque el lugar, los días y como van a gastar en esos días de descanso.

La realidad es que hoy 13 millones de personas en el país viven con menos de la mitad del dinero que necesitan por mes, y no creo que tengan ganas de leer a Borges, Sábato o Quiroga o de escuchar a Vivaldi, Por eso no es casualidad que en los jóvenes o adolescentes hayan ocupado un lugar importante Los Pibes Chorros, Corre Guachín, Las Pelotas, Alcohol Etílico y Al Palo y Las Pastillas del Abuelo, o para ampliar el espectro "anticultura" el tremendo exceso de consumo de alcohol antes, durante y después de las fiestas entre otros. Todos nombres representativos de aquello que hemos permitido ingresen sin permiso a nuestras vidas.

Ricardo Bustos - Locutor Nacional - Comunicador

Capioví - Misiones

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