viernes, 19 de agosto de 2016

NECROFILIA “PROGRESISTA”


La inmensa mayoría de los auto denominados “progresistas” son marxistas y los que no, creen que el Estado es el que debe dirigir las vidas de los ciudadanos. En Latinoamérica son muy populares y casi hegemónicos entre los personajes reconocidos como intelectuales.

El marxismo, ideología del siglo XIX, fue aplicado en buena parte del siglo XX, tanto por políticos socialistas, cuando los partidos socialistas se definían como marxistas – leninistas, como por las dictaduras comunistas. 
En todos los casos y muy especialmente en las dictaduras comunistas el fracaso fue total y brutal. Es más, no solo violaron todos los Derechos Humanos de sus poblaciones y destruyeron las economías de los países en los que gobernaron, también produjeron condiciones que resultaron en pésimas calidades de vida para sus habitantes y de sus planificadores, no surgió ningún producto o servicio que fuera útil  para mejorar la vida de las personas o que fuera innovador y eso que en el mundo, en ese período, se inventaron y desarrollaron muchísimos que han cambiado enormemente y para mejor la vida de la gente. 
Hoy seguimos viendo en vivo el FRACASO escandaloso del marxismo en Venezuela, Cuba y Corea del Norte así como lo vimos en la URSS y su imperio, en Chile de Allende, etc.

Los estatistas también han fracasado y siguen fracasando desde el mercantilismo a los gobiernos contemporáneos que plantean sus ideas vestidas de modernidad y progreso. 

Al pretender “dirigir” desde los gobiernos las actividades de las personas y la economía solo logran reducir la libertad, los derechos de propiedad, las economías y la calidad de vida de las personas. 

Todos fracasaron como le pasó a Suecia, al Reino Unido pre Margaret Teacher, Uruguay Batllista, la España de los gobiernos de PSOE, etc.

Que todos los experimentos terminaran en desastres no puede sorprender a nadie ya que pensar en la posibilidad de crear una “sociedad nueva” para un “hombre nuevo” es desconocer totalmente la naturaleza humana y como las personas se relacionan.

La pretensión de los políticos, dirigentes e intelectuales que pueden dirigir las vidas de los demás y usar los poderes del Estado para imponer sus ideas o ideologías, no es más que una actitud de enorme soberbia que inexorablemente lleva al autoritarismo y como lo muestra la historia, al desastre.

Entre otros, el despreciado por los “progresistas” Adam Smith no solo lo advirtió sino que lo expresó muy claramente: “El gobernante que intentase dirigir a los particulares en cuanto a la forma de emplear sus capitales, no solo echaría sobre sí el cuidado más innecesario, sino que se arrogaría una autoridad que no fuera prudente confiar ni siquiera a Consejo o Senado alguno; autoridad que en ningún lugar sería tan peligrosa como en las manos de un hombre con la locura y presunción bastantes como para imaginarse capaz de ejercerla.”

En definitiva los “progresistas” proponen y defienden a ultranza ideas que han fracasado rotundamente y causado enormes daños a las personas que vivían o viven donde se han aplicado o aplican. 

Son ideas o ideologías que desde que se elaboraron y en todos los sitios en los que se aplicaron dieron los mismos resultados, FRACASO TOTAL. Es decir no tienen ninguna posibilidad de éxito, son por ello ideas MUERTAS.

La adhesión y el apego que los “progresistas” tienen por las ideas muertas no solo los muestra como SOBERBIOS, RETRÓGRADOS y REACCIONARIOS sino que indica que padecen de una NECROFILIA inaudita.

¡Basta de engaños!

Juan Andrés


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