sábado, 22 de agosto de 2009

El primer puesto a la desvergüenza


Cristina Kirchner ocupa el lugar número once de la lista de superpoderosas mientras millones de argentinos se debaten en la pobreza absoluta.

Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: « ¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios.»
Marcos 10, 17-30

Argentina: el país de la desvergüenza

Cristina Kirchner ya nos tiene acostumbrados a sus bolufrases y esta vez se pasa de la raya al burlarse de la pobreza instalada en la Argentina. “No estamos pidiendo que abandonen sus lujos, sus casas, sus mansiones o sus aviones. Simplemente que, con una partecita, contribuyan a que todos podamos tener los derechos básicos que nos reconoce como ciudadanos nuestra Constitución".

Desde ahora ya resulta tremendamente fácil que los ricos entren en el reino de los Cielos según la responsable del destino y bienes de los argentinos.

Mientras tanto tuvo que salir el mismo Papa Benedicto XVI a denunciar el escándalo de la pobreza en Argentina sino los Kirchner no se daban por advertidos que el 40 % de los argentinos se encuentran en la pobreza y la indigencia.

Hace 60 años atrás la Argentina emergía como una potencia en desarrollo ocupando el lugar Nº 11 en el concierto mundial.

Sin embargo en la lista de la revista Forbes, las presidentes de Argentina y Chile, Cristina Kirchner y Michelle Bachelet, son las dos latinoamericanas incluidas en las cien mujeres más poderosas del mundo.

Kirchner y Bachelet superan ampliamente en el ranking publicado este miércoles por Forbes a otras mujeres poderosas de la escena internacional, superando a la reina de Inglaterra o la secretaria de Estado Hillary Clinton.

Ahora según Forbes, Cristina Kirchner ocupa el lugar número once de la lista de superpoderosas mientras millones de argentinos se debaten en la pobreza absoluta.

Esta lista fue encabezada por cuarto año consecutivo por la canciller alemana Angela Merkel y Sheila Bair, presidente del organismo federal que supervisó el rescate de los bancos.

La presidente argentina escaló así dos peldaños desde el año pasado, cuando estaba en el puesto número 13 de una nómina donde Merkel es ahora la única política entre las diez primeras, siendo todas las demás empresarias.

La Kirchner precede en la lista a mujeres como Carol Bartz, jefe ejecutiva de Yahoo!, Sonia Gandhi, presidente del Partido del Congreso Nacional de la India, o Ursula Burns y Anne Mulcahy, la jefe ejecutiva y la presidente de Xerox.

Michelle Bachelet también subió en la clasificación, pasando del puesto 25º el año pasado al 22º este año. La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, entra por primera vez al club de las poderosas, en el puesto 40.

La revista Forbes reservó un mediocre 36º lugar a Hillary Clinton, quien a pesar de ser la prominente secretaria de Estado del presidente Barack Obama cayó siete escalones en la nómina desde el año pasado, cuando era senadora.

En 2008, Condoleezza Rice, secretaria de Estado norteamericana bajo la presidencia de George W. Bush, ostentaba el séptimo lugar en la misma lista mundial, lo cual da la pauta del escaso desempeño atribuido por la revista mensual empresarial norteamericana a la secretaria de Estado demócrata.

La reina Isabel de Inglaterra está en el puesto 42 de la lista y la presidente de Banesto, la española Ana Patricia Botin, el 45. La norteamericana de origen portorriqueño Sonia Sotomayor, recientemente designada por Obama jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos, entró a la lista en el 54º lugar.

A todo esto, Hugo Renés nos pregunta:

“A escasos nueve meses de celebrar el bicentenario de la Revolución de Mayo pregunto, ¿qué festejaremos los argentinos en esta oportunidad, la pérdida de prestigio internacional?

¿Que los sistemas educativos, de seguridad y de salud, sigan enfrentando debilidades estructurales significativas que se traducen en desigualdades?

¿Que el estado de bienestar general se venga resquebrajando mes a mes?

¿Que los niveles de salud psicofísica sigan siendo deficitarios para el 52% de la población?

¿Que el acceso a la salud del estrato socioeconómico más bajo presente un déficit que involucra al 58% de la población o que el 12% de la población carezca de cobertura educativa?

¿Que gracias a la mal llamada ley de Solidaridad Previsional que eliminó la “movilidad” en las jubilaciones, el 63% de los jubilados esté cobrando “la mínima” que obviamente no les permite satisfacer mínimamente sus necesidades básicas alimentarias, ni atender dignamente su salud, más allá de cuánto hayan aportado o le hayan esquilmado a sus haberes con pagos no remunerativos?

¿Que la inmadurez democrática de las masas populares, sugestionadas hoy por una propaganda demagógica e incentivadas por la corruptela de las dádivas y prebendas, descompuso con su voto (vota pero no elige) lo que mañana el mismo voto deberá componer?

¿Deberemos festejar la permanente descarga de rencores y odios contra todo lo que se oponga a las inclinaciones o simpatías del matrimonio Kirchner, (actitud típica en aquellos que se sintieron o fueron abandonados, despreciados, rechazados, maltratados, sojuzgados y/o humillados a través de la violencia social), o la permanente manipulación de la memoria; o la falta de un razonamiento autocrítico (aunque siempre la Presidenta se declara dispuesta a ejercerlo)?

¿Festejaremos el “apriete” a los jueces por medio de investigaciones selectivas con claro sesgo político contra cualquier magistrado que haga lugar a temas en causas vinculadas a violaciones de derechos humanos o a las “retenciones móviles”?

¿Deberemos alegrarnos que cada año 68.374 niños de entre 6 a 11 años dejen la escuela o qué sobre 57 países estemos en el lugar 53 en lectura, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico y para no desentonar también figuremos en los últimos lugares en matemáticas y ciencia?

¿Festejaremos que en un país potencialmente rico, mucha gente deba dormir en las entradas de edificios o en galerías del centro de Buenos Aires, o que familias completas anden hurgando por la noche los tachos de basura de los restaurantes para proveerse del alimento diario; qué el 86% de la población argentina viva en la ciudad o que el 28% de los suelos estén sujetos a procesos de erosión y que 22 millones de hectáreas cultivables (casi el 10%) directamente estén degradadas?

¿Deberemos festejar que de la superficie boscosa original hayamos deforestado ya casi dos tercios de la misma?

Argentinos somos todos, es cierto, pero en el bicentenario que festejaremos en unos meses más, pocos son los que pueden comer todo el año y vivir con dignidad.

Sale con fritasss

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