jueves, 23 de julio de 2009

La oposición se preocupa, nadie se ocupa

El gobierno mueve figuritas y hace como que cambia para que nada cambie; algunos opositores se prestan al juego del diálogo, que es lo que deben hacer, otros se envuelven en sus principios, y no van.

Por Malú Kikuchi

El gobierno K perdió las elecciones el 28/6/09. Varios opositores, ganaron. Se dirimió "el modelo". La ciudadanía optó por otros modelos y rechazó el actual.

Por ahora el oficialismo sigue teniendo la primera minoría en ambas cámaras. Forzado por la realidad, el gobierno llama al diálogo.

Probablemente sea un diálogo para ganar tiempo, fijar agenda y hacerle creer a los votantes que se registró el mensaje de las urnas. Un diálogo sin consistencia, totalmente acotado a lo que decide "dialogar" el ejecutivo, y con el ministro del interior. Pero es un intento.

A partir de este intento de diálogo, gobierno y opositores han entrado en una discusión absolutamente estéril, sin futuro y sacando el tema principal de la agenda. Lo único que realmente importa, es la gente. Y la gente no es un tema prioritario del supuesto diálogo.

Mientras gobierno y opositores discuten sobre si el lugar del diálogo debe ser la Rosada o el Congreso, la pobreza alcanza al 40% de los argentinos, o sea 16 millones de personas. De ese 40%, 7 de cada 10 menores de 14 años, sobreviven sin agua potable, ni electricidad, ni gas.

Mientras que a la feroz crisis "made in Argentina", se le suma la crisis internacional, el aumento del desempleo, la parálisis de la exportación y la importación; mientras se estanca la economía (¡hasta el INDEC lo reconoce!) y el campo sigue al borde de la quiebra, los políticos discuten el sexo de los ángeles.

El gobierno mueve figuritas y hace como que cambia para que nada cambie; algunos opositores se prestan al juego del diálogo, que es lo que deben hacer, otros se envuelven en sus principios, y no van.

Obvio que el lugar del diálogo debe ser el Congreso donde están representadas todas las ideas políticas de la nación. Obvio que el lugar ha de ser el Congreso donde todo es materia opinable y no hay temas preestablecidos que se puedan o no se puedan discutir.

Obvio también que si el gobierno llama, aunque sea para la foto, los opositores deben concurrir. Aunque más no sea que para demostrarle a los votantes que ellos no desperdician ninguna oportunidad de ser oídos. Para demostrarle a la gente que se preocupan por la gente, que hacen todo lo posible por y para la gente, aún sabiendo que ir a la Rosada no conduce a nada efectivo.

Ir al diálogo con el gobierno en estas condiciones tan condicionadas, es sólo un tema de cortesía, un tema de forma. Pero Julio María Sanguinetti, dos veces presidente del Uruguay, sostiene que, "la forma es la sustancia de la democracia".

Al diálogo hay que ir, si no sirve, no debe ser por culpa de la oposición; y si es que fracasa, la responsabilidad ha de ser del gobierno.

Por ahora la sensación es que el resultado de estas elecciones legislativas tomó por sorpresa a todos los protagonistas: el gobierno no esperaba perder y los opositores no esperaban ganar. Todos parecen desconcertados y sin planes a futuro. La gente, como siempre espera soluciones que nunca llegan.

Del gobierno no hay que pretender otra cosa que lo que ya se conoce. Modificar políticas parece un imposible para los K. Pero de los opositores habría que esperar algo más que la pequeñez de actuar pensando cómo posicionarse para el 2011. Los jubilados no tienen tanto tiempo.

Los opositores, del partido que sea, ¿tienen pensado qué hacer después del kirchnerismo? ¿O los opositores sólo saben oponerse? Ser anti K hoy, es fácil; pensar un país a largo plazo, no es tan simple.

Hay que derogar los poderes delegados y la emergencia económica, hacer justa la coparticipación con las provincias, enderezar el Consejo de la Magistratura y liberar al poder judicial haciéndolo independiente; incentivar la producción, permitir la importación de bienes de capital y las exportaciones. Es sólo el principio para volver a ser una república.

Además los partidos deben definir con claridad el país que quieren y cómo van a actuar si es que son gobierno a partir del 2011. Deben pensar en salud, educación, transporte, defensa, relaciones exteriores, justicia, medio ambiente, seguridad social, trabajo, campo. Los temas son infinitos, las necesidades de la gente, también.

Una oposición que sólo sabe oponerse, no sirve. Se necesita una oposición que proponga, y que las propuestas sean viables, Una oposición que sueñe en grande un futuro para gente feliz. No basta con preocuparse, tienen que ocuparse. La ciudadanía no firma más cheques en blanco, la engañaron demasiadas veces. En el 2011 va a exigir resultados concretos.

Ortega y Gasset conoció bien Argentina, la visitó desde 1916 y llegó a vivir algún tiempo acá. En 1939, escribió, "¡Argentinos! ¡A las cosas, a las cosas! Déjense de cuestiones previas personales, de suspicacias, de narcisismos". ¡Y no conocía a los líderes actuales!!!

También escribió: "A la república sólo ha de salvarla pensar en grande, sacudirse lo pequeño y proyectar hacia lo porvenir" (1931). En la mesa del supuesto diálogo, ¿sería muy delirado repartir libros de Ortega entre los participantes?

Siempre Ortega y Gasset y para que opositores y gobierno lo tomen en cuenta: "Cualquier verdad ignorada, prepara su venganza". (España invertebrada, 1921) Kirchner empezó a enterarse el 28/6/09.

Basta de mentiras. Basta de cambios que no son tales. Basta de negar la realidad. Basta de predicar la distribución de los ingresos mientras se aumenta obscenamente el patrimonio presidencial.

Basta de pequeñeces de parte de los opositores. Basta de, este si, este no. Argentina ya no tiene tiempo para perder en ridiculeces. El momento es grave, hacen falta ideas, generosidad, claridad mental, medidas concretas y, perdón por la palabra, hace falta PATRIOTISMO.

Patriotismo no es una mala palabra, de esas que se les prohíben decir a los chicos. Patriotismo es poner los intereses de la nación por encima de los intereses personales. ¿Queda algo de eso entre los políticos?

La gente es mansa y contra toda esperanza, espera. Toda espera tiene un límite. No hay que irritar a los mansos. Es peligroso. La gente necesita soluciones, ya.

La Caja de Pandora

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