martes, 28 de julio de 2009

Cecilia, te banco con o sin Labrañas

Yo lo vi a Labraña con Grondona.
Recién tengo el pelo en la mano, como para saber de que color es la vaca.
Me pareció gris y chato, me dejó sabor a nada. Ojo que no esperaba gran cosa.

Por el Alcaide (R) Nelson D. Cremades

Como impacto televisivo, no fue tal, porque se esperó mas compromiso, con hechos, acciones, responsabilidades, cicatrices, persecuciones. Nada de esto pasó.

Rescatar algo positivo.....mmm..., quizás, que en un programa de alcance nacional, aparezca uno que dice haber sido subversivo y que ello lo pone a la altura de combatiente...mmm.

Pero no todo está perdido, el esfuerzo de Cecilia, su esposo, y los que catapultaron a este desconocido, ha sido un hecho, y sólo el que hace se equivoca.

Ningún escrache a la puerta del canal, ninguna amenaza, es como si todos se hubieran puesto de acuerdo.

Ver un subversivo, a nadie sorprende, lo hemos tenido a Dante Gullo dando vueltas por todas las pantallas, y a tantos otros del gobierno y fuera de él, sin embargo lo destacado en esta ocasión, es que haya ido a visitar a nuestros muchachos.

Gran problema para los muchachos. Los penitenciarios, deben estar dando explicaciones, en calidad de que ingresó este personaje.

La movida es una mas para sacar a la palestra el tema de los prisioneros políticos y de guerra, y eso estuvo bueno.

No me pareció un soldado, porque no lo fue, no lo es y no lo será. Un soldado es muchísimo mas que eso. Un soldado es el brazo armado de un Estado jurídicamente organizado que podrá combatir en defensa de ese estado y no de otro y por mandato del gobierno de hecho o de derecho, vigente y reconocido.

Quien integró una banda subversiva, pudo haber sido un combatiente, pero jamás un soldado de una potencia enemiga.

Cuando la Bonafini dijo que lo único que tenía en común con la Sra. madre del Subteniente Berdina, era el útero, dio toda una definición aplicable a esta situación.

Pero como la quiero a Cecilia desde su primera carta, entiendo que ella ve mas lejos que yo, y algo habrá visto, que yo no veo todavía.

Aplaudo la iniciativa, que logró cámara, algo impensado, hace un tiempo atrás.

A ese señor "converso”, le deseo lo que merezca y que use los títulos que haya adquirido, pero que respete el de "soldado" porque es otra cosa desde lo moral, desde lo jurídico, desde lo histórico. El que combate no es soldado, porque simplemente podríamos comparar a un gladiador, con un centurión y veremos claramente la diferencia.

No concuerdo con el Dr. Grondona, en que se hallaban dos patriotas que pensaban estar luchando por una misma patria, que ambos creían en peligro.

Uno representaba la autoridad del Estado, movido por la ley y el bien común. El otro disputaba el poder con las armas, movido por la pasión revolucionaria y los dólares extranjeros y la promesa de ser parte en el reparto del botín.

No debería ser yo abogado del diablo.

Cecilia, te banco, con o sin Labrañas, porque mostrás a cada paso tu compromiso.

A los que le satisface este tipo de movida, también los abrazo, en tanto y en cuanto, pongan más cerca de la libertad a nuestros prisioneros.

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