jueves, 26 de febrero de 2009

Obediencia debida

El kirchnerato ha echado del país en forma infame a un obispo católico cumpliendo una nueva etapa de su objetivo de descristianizar la Patria y cumpliendo también con la obediencia debida a la judería internacional.

Por Guillermo Díaz Aguirre

Pese a ser defensor del terrorista Santucho el actual prócer Alfonsín, por presión de los carapintadas, promovió la promulgación de la ley de Obediencia Debida frenándose con ella la concurrencia de militares de menor rango a los tribunales iniciándose un período de seudopacificación.

Con la instauración del maldito kirchnerato dicha ley fue ilegalmente derogada y se inició la afluencia masiva a los tribunales de militares y miembros de Fuerzas de Seguridad y como consecuencia se fueron llenaron las cárceles de los mismos.

Encarcelamiento en avance, primero en lugares afines y después, por disposición de Verbitsky a través de la montonera Garré, en cárceles comunes junto a asesinos y violadores, con numerosas muertes de por medio.

Esta Obediencia Debida feneció, pero otra que parecía dormida salió a la luz con efusión; esta es la obediencia debida a la judíada internacional.

Como es sabido, al obispo católico Williamson que manifestó hace algunos meses a un periodista sueco que el llamado holocausto judío había significado la muerte de 300.000 judíos no por cámara de gas, han decidido abruptamente echarlo del país como si fuera un delincuente común. Han utilizado un argumento falaz que es que entró al país hace aproximadamente seis años falsificando los motivos por los cuales entraba al mismo.

Al obispo mencionado y a otros tres obispos, pertenecientes los cuatro a la Fraternidad San Pío X, el Santo Padre les levantó la excomunión a la que habían sido sometidos hace algunos años cuando fueron designados obispos por Monseñor Lefevbre.

La razón para expulsarlos es una excusa burda e infame, pues la verdadera es la práctica permanente de la obediencia debida a la judería internacional, participante ésta del poder internacional del dinero con el que maneja en occidente a la mayoría de los países llamados “independientes” incluyendo, por supuesto, el nuestro.

En un escrito anterior hemos dado una serie de ejemplos de las presiones ejercidas en nuestro país por parte de la judería internacional a través de su representante en el mismo, la D.A.I.A., para lograr su objetivo que es descristianizar a la Patria, habiendo, hasta ahora, logrado parte de dicho objetivo gracias a sus socios apátridas que nacieron en nuestro país, políticos y medios de difusión, entre los cuales contamos los que obran con mucha eficiencia, como ser, la banda kirchnerista.

Mientras tanto, en Israel, una emisora televisiva produce programas en los que se burlan sacrílegamente de Jesucristo y de su Santa Madre, asunto que prácticamente no se propala en absoluto por los medios informativos ni se ha oído una queja de ningún político que se dice católico. Eso sí, se insiste permanentemente en anuncios acerca del obispo “que negó el holocausto”.

Esta emisión en Israel me hace recordar a algo que ocurrió en nuestro país: a la Virgen María, cuya imagen se encontraba a la entrada de los Tribunales, se la desalojó de su sitial y se la envió a un sucio sótano, aduciendo que “su presencia era discriminatoria”. Numerosos católicos concurrían asiduamente a la entrada de Tribunales a rezar por Ella el Santo Rosario.
Al tiempo, después de su sacrílego desalojo, volvió la Virgen a su lugar de origen.

Llegó el día de la expulsión del obispo Williamson. Así, el 24 de febrero del 2009, se cumplió el objetivo: el obispo Williamson, en medio de un acoso permanente por parte de un periodista de radio Continental, se disponía en el aeropuerto de Ezeiza a tomar un avión con destino a Londres. Los medios de difusión no se cansaron de divulgar que el obispo había producido un escándalo y que pretendió agredir al citado periodista, yo observé el acoso permanente del citado periodista y pienso que, con toda razón y derecho, el obispo no deseaba entrevistas periodísticas.

El kirchnerato ha echado del país en forma infame a un obispo católico cumpliendo una nueva etapa de su objetivo de descristianizar la Patria y cumpliendo también con la obediencia debida a la judería internacional.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen articulo, estoy casi 100% de acuerdo contigo :)