sábado, 6 de diciembre de 2008

EN EL NOMBRE DE BOLÍVAR

Chávez, que combina en sus encendidos discursos castrenses frases de Bolívar, la Biblia y Jesucristo, dice abiertamente que necesita gobernar Venezuela hasta 2021, cuando su 'Proyecto Nacional Simón Bolívar' que empezó a bosquejar en la cárcel esté bien asentado.
Por Jaime López
Cada vez que Hugo Chávez habla de la reelección indefinida, la ONG Ciudadanía Activa extiende una gran pancarta en la autopista que atraviesa Caracas. En el cartel se lee una frase de Simón Bolívar pronunciada en el Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819.
"...nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerlo y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía". Es un cartel de unos 10 metros de largo por seis de ancho, con la estampa de Bolívar en el lado izquierdo.
A Chávez, la frase no le hace ninguna gracia. La pancarta ya ha sido retirada en dos ocasiones por la policía. La primera vez, algunos meses antes del referéndum de diciembre de 2007, cuando Chávez planteó una profunda reforma socialista a la Constitución, que en otros puntos, incluía la reelección sin límite de mandatos para el presidente de la República. En la segunda, las fuerzas policiales nunca devolvieron a esta ONG su pancarta, y el Consejo Nacional Electoral (CNE) abrió un proceso administrativo porque su campaña promovía la abstención.
Otro póster idéntico, que la organización mandó confeccionar para esta ocasión, fue desplegado el pasado 2 de diciembre, cuando se cumplía un año del último referéndum. Óscar Lucien, miembro de Ciudadanía Activa, no sabe cuánto tiempo durará el nuevo cartel en la autopista, pero espera que sirva para concienciar a la gente de que la enmienda anunciada por Chávez para poder ser el Jefe de Estado más allá de 2012 "es una burla a la voluntad popular, ya en la anterior consulta se expresó clara y enfáticamente que no quiere la reelección".
El mandatario venezolano odia la frase de Bolívar, y este miércoles se volvió a quejar de la pancarta durante un mensaje obligatorio en radio y televisión: "Ahí han puesto un cartel que descontextualiza una frase pronunciada por Bolívar", relató Chávez, quien defendió que la oración pronunciada por El Libertador en el Congreso de Angostura fue otra:
"Las elecciones repetidas son esenciales para la República y dejar a un sólo hombre en el poder por mucho tiempo es negativo, porque él se acostumbra a mandar y el pueblo a obedecer".
En cualquier caso, un Chávez irritado por la cuestión, consideró que el prócer se refería a otro tipo de tiranía o, por lo menos, a una que no encaja con el panorama venezolano. "Estamos en una situación diferente, aquí es al revés es un pueblo el que manda y un líder el que obedece", sentenció el mandatario durante el acto de investidura de gobernador electo de Sucre (oriente).
Chávez, que combina en sus encendidos discursos castrenses frases de Bolívar, la Biblia y Jesucristo, dice abiertamente que necesita gobernar Venezuela hasta 2021, cuando su 'Proyecto Nacional Simón Bolívar' que empezó a bosquejar en la cárcel esté bien asentado.
Pero no sólo el proyecto de Chávez se llama bolivariano. La moneda, el aeropuerto, las plazas, las principales avenidas, la Constitución, y un largo etcétera llevan también el adjetivo de Bolívar, en lo que muchos historiadores definen como el culto por antonomasia de los venezolanos.
Manuel Caballero, un prestigioso historiador de 77 años y autor del libro '¿Por qué no soy bolivariano?', explica que él no se opone a la figura de Bolívar sino a la "utilización del culto del 'El Libertador' para convertirlo en una religión de Estado obligatoria", donde todos los venezolanos son enanos o ciudadanos de segunda.
Caballero añade que el culto a Bolívar no es nuevo, y que "todos los gobernantes desde 1939", quien más quien menos, se han declarado bolivarianos. "Sin embargo, sólo los más personalistas, autoritarios, y dictatoriales han acentuado hasta el paroxismo el culto a esta religión bolivariana", agrega.
En 1883, cuando se celebró el centenario del nacimiento del héroe de las Guerras de Independencia, Antonio Gúzman Blanco se proclamó el primer presidente bolivariano de Venezuela. Luego llegó Juan Vicente Gómez, que no pronunciaba una frase sin que salieran de sus labios oraciones de Bolívar –recuerda Caballero-, e instaló en el país una terrorífica dictadura de 27 años.
Lo más curioso de todo, resume este historiador, es que estos dos ex presidentes de origen militar ensalzaban al Bolívar de las grandes batallas contra los españoles, mientras que en el caso de Chávez "la estupidez de que Bolívar era socialista, marxista-leninista, castro-comunista o cómo lo quieras llamar, es un auténtico disparate".
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