lunes, 24 de noviembre de 2008

SABER MEDIR TIEMPOS

Uno de los temas que marcó la semana política en la ciudad fue la decisión de la comunidad mapuche Cayun de tomar las tierras que hasta ahora utilizaba el Ejército para realizar maniobras.

Por Daniel Ramazzotti

Uno de los temas que marcó la semana política en la ciudad fue la decisión de la comunidad mapuche Cayun de tomar las tierras que hasta ahora utilizaba el Ejército para realizar maniobras. Esto generó un punto de inflexión en la relación entre esa fuerza y la confederación mapuche del Neuquén.

Si bien desde la sede de la 6ta Brigada con asiento en Neuquén se bajó el tenor al problema, al punto tal de asegurar que no hay conflicto alguno y que la denuncia policial realizada fue casi una mera formalidad, lo cierto es que los miembros de la comunidad no sólo no están dispuestos a dejar el lugar, sino que además irán por más.

Las disputas con el gobierno nacional y provincial por la posesión es de larga data y el enfrentamiento con el Ejército también, sino basta recordar algunos sucesos ocurridos hace pocos años en tierras ubicadas en la zona de Aluminé, donde tras pintarse la cara los mapuches se alzaron en pie de guerra y también frenaron un ejercicio militar en la zona.

Habrá que ver ahora cuánto tiempo pasa para que la Justicia tome cartas en el asunto o si las gestiones que algún que otro allegado a la confederación Mapuche pretende llevar adelante ante la ministra de Defensa Nilda Garré dan los resultados que los mapuches esperan.

El otro tema a tener en cuenta fue la ausencia de la intendenta luz Sapag a la reunión de intendentes convocada por el gobernador de la provincia en el día de ayer.

Según indicaron fuentes allegadas a la titular del sillón político número uno de la ciudad “Luz decidió permanecer las próximas dos semanas acá porque venía viajando mucho por diversos trámites y entendió que necesitaba estar en su despacho”, lo que en buen romance significa que la jefa municipal decidió ponerse la gorra de capitán y tomar nuevamente el timón del barco antes que algún nubarrón oscurezca el período de calma que atraviesa.

Sucede que por el momento la comuna no afronta mayores problemas, a punto tal que se asegura podrá pagar los aguinaldos, situación que en muchos municipios e incluso a nivel provincial aún es una incertidumbre. De ser así, la intendenta comenzará el nuevo año con las cuentas medianamente equilibradas y cierta tranquilidad, al menos en lo que a la cuestión económica se refiere, más allá de que la espada del reclamo salarial estará siempre presta a mostrar su filo, cosa que quizá ocurra a fines del primer bimestre del próximo año.

En el terreno político la intendenta también vive horas de sosiego, al menos en su terruño, donde por ahora no hay dirigente emepenista que le haga sombra, lo que la habilita a seguir tejiendo paciente la trama que le permita en primer lugar posicionarse como candidata con peso propio y en segundo lograr el apoyo necesario para alzarse con la presidencia del partido provincial, que si bien no la desvela al menos ocupa parte de su tiempo y la preocupa. Sin embargo, sus allegados afirman que “Luz conoce muy bien los tiempos de la política”.


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